Preparación:
Pelamos los membrillos y no tiramos ni la piel ni los huesos pues contiene pestina.
Trocear y poner a cocer un palo de canela, lo tendremos cociendo hasta que los trozos se vean tiernos.
Escurrimos toda el agua, quitamos la canela y pasamos por un pasapuré, pesamos la pulpa y le añadimos la misma cantidad de azúcar, mezclamos todo bien y ponemos en una cacerola 15 ó 20 minutos a fuego medio (mover muy de vez en cuando con una cuchara de madera y poner un paño en el antebrazo para no quemarnos) poner en caliente en un recipiente adecuado y dejar enfriar.
Jalea de membrillo:
Hervimos hueso y miel de los membrillos 35 minutos a fuego medio, colamos ese caldo y añadimos a un litro de caldo 400 gramos de azúcar, hervir a fuego flojo y reducir 2/3 partes, enfriar en su totalidad y servir.
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